Preludio

Hola, bueno dejo este pequeño trocito.. No me
gusta como ha quedado y ya no sé cuantas veces lo he escrito,
pero si no lo subía de una vez iba a seguir modificándolo...

Bienvenidos al Foso, lugar donde encontrarás a los más poderosos e implacables luchadores. A lo largo de cruentos años, el foso ha sido escenario de largas y sanguinarias batallas. Pero todas estas peleas, simples entretenimientos, eran anodinas comparadas con las guerras de poder que estaban secretamente encerradas detrás de ellas.

Gritos de júbilo y rabia resonaban por todo el lugar, entremezclados con el sonido de la lucha de las dos criaturas que estaban en el campo de arena.

El foso lo formaban siete niveles, uno por debajo del campo de arena y los 6 restantes por encima de el, donde las castas más bajas estaban situadas en las gradas inferiores, y en las gradas superiores las más altas que observaban el combate con fingido desinterés.

Una figura se recostaba dentro de una de las celdas del subsuelo del foso. Con las manos detrás de la cabeza, una pierna flexionada y la otra apoyada en el suelo: una mujer, ataviada con unos pantalones de cuero marrón y un top de correas y anillas de metal, con una larga cabellera azabache y piel de alabastro. Indiferente a los sonidos de la batalla, observando a la nada mientras estaba sumergida en sus propios y sombríos pensamientos.

¡Quiero un espectáculo! ¡Un jodido espectáculo! ¿Lo entiendes? Quiero a todos sus esclavos muertos pero que sea lento.. he de entretener a los invitados y no puedo hacerlo si no haces lo que te ordeno. Recuerda que no eres nada, solo una esclava, mi jodida esclava y tienes que obedecer mis ordenes. Nada más. Yo decido sobre tu vida, si vives o si mueres, si comes o debes pasar hombre. Sabes cual será el precio de tu desobediencia si no cumples tu cometido. Ellos morirán... dime zorra ¿es eso lo que quieres?

Sus últimas palabras antes de que empiece el juego. Un recordatorio cruel de lo que soy y de lo que tengo que hacer antes de que llegue mi turno.

Tengo que aniquilarlos a todos, pero de forma lenta, haciéndoles creer que tienen una mísera oportunidad de vivir. Dejando que me hieran, llegando al punto de poner mi vida en juego, todo para causar un buen entretenimiento. Pero sobre todo por ellos, para mantenerlos con vida. Ese es el precio convenido.

Eres mi esclava, mi herramienta. No esperes un futuro mejor.. esto es todo lo que tendrás.

Los recuerdos me vienen a la mente mientras recuerdo mis entrenamientos. Horas y horas de agonía, de palizas, sangre y dolor. Los castigos recibidos cuando no cumplía las expectativas.
Despierto de mi ensueño con sobresalto. La sangre latiendo en mis venas con tanta fuerza que por un momento solo soy capaz de oír el latido de mi corazón. Se oyen gritos, parece que el combate está decidido.

Respirando con brusquedad me levando del banco de piedra y apoyo mi frente en los barrotes de mi jaula mientras espero mi turno. Cierro los ojos mientras intento tranquilizarme. Los sonidos me envuelven. El techo tiembla. Se acerca el momento.

Un fuerte estruendo azota las paredes de piedra de mi celda. Era pequeña de apenas 3 metros cuadrados y su único mobiliario era una enorme piedra que servía de asiento.

Viejas marcas de antiguos combatientes decoraban las paredes. Había alguna que otra marca repetida, señal de que el pobre desgraciado había durado más de lo esperado. Supongo que es su forma de dejar marca en este mundo. De que alguien los recuerde. Una estupidez, en mi opinión.

Frustrada, apreté los puños y las uñas se me clavaron en las palmas de las manos. Deseaba que esto terminara de una vez.

Continuará...